En la actualidad, el tema de la energía se ha convertido en una preocupación global debido a su impacto en el medio ambiente y la necesidad de encontrar soluciones sostenibles. En este ensayo, se explorará la importancia de promover el aprendizaje efectivo de los temas fundamentales de la energía en los centros educativos. Se analizará la situación de la energía en la República Dominicana y se destacará el papel clave que las escuelas pueden desempeñar en este ámbito.
La energía es un recurso vital para el desarrollo de nuestras sociedades, pero también enfrentamos desafíos en términos de agotamiento de recursos, impacto ambiental y dependencia de fuentes no renovables. En este ensayo, exploraremos cómo la educación puede desempeñar un papel crucial en la transformación hacia el aprovechamiento energético, el fomento de las energías renovables y la promoción de la eficiencia energética. Estos temas son fundamentales para construir una sociedad sostenible y consciente de su impacto en el medio ambiente.
Para iniciar este texto es importante conceptualizar el termino de educación en energías renovables.
La educación en energías renovables es un campo relativamente nuevo en la educación en general, tanto en colegios como a nivel universitario (Jaber et al.,2017).
La falta de educación, de conocimientos y experiencias para explotar la energía renovable de manera efectiva son algunos de los factores que contribuyen al lento uso de energías renovables (ER) y al aumento de la brecha entre las investigaciones que se realizan en el campo y su implementación, gestión y promoción, tanto en las industrias como en el público consumidor incluyendo a toda la comunidad educativa.
Por otro lado, en cuanto a la situación actual en materia de energía renovables y no renovables en la República Dominicana, se podría decir que la mismaestá estancada al igual que en muchos países de la región, dado a los conflicto de intereses.
Según irena.org (2016) la situación energética a la fecha es la siguiente:
La demanda total de energía final de la República Dominicana crecerá en un 2,2% anual entre hoy y 2030, alcanzando los 7 677 ktep anuales. Esto se basa en los resultados preliminares de las proyecciones de demanda energética entre 2013 y 2030 que la CNE estimó en colaboración con
Fundación Bariloche, las cuales constituyen labase del Caso de Referencia (o manteniendo
el statu quo, business as usual). En el Caso de Referencia, la cuota de energías
renovables modernas representa el 13% de la matriz energética final total para 2030, encomparación con casi 9% en 2014 (excluyendo los usos tradicionales de la bioenergía). La República Dominicana cuenta con abundantes recursos solares y eólicos y con potencial para el desarrollo de pequeñas centrales hidroeléctricas que aún no se ha explotado en su totalidad. Por otro lado, en el ámbito de la bioenergía, los residuos y desechos agrícolas son las fuentes que ofrecen mayor potencial, el cual podría utilizarse para cubrir la demanda creciente de energía y a su vez incrementar la cuota de renovables más allá del Caso de Referencia.
Entre tanto, si todos los proyectos de energías renovables que están previstos pasan a implementarse, la participación de energías renovables en el total de generación de electricidad en el Caso de Referencia se eleva de alrededor del 12% en 2014 al 21% para 2030. Esto implicaría que la meta de suministrar el 25% de la electricidad con energías renovables para 2025. IRENA. (2016). República Dominicana: Hoja de Ruta para la Transición Energética (REmap) - Resumen Ejecutivo
Según la fuente anterior, se proyecta un aumento anual del 2,2% en la demanda de energía en la República Dominicana hasta 2030, alcanzando los 7.677 ktep anuales y podemos ver que esto se basa en los resultados preliminares de las proyecciones de demanda energética entre 2013 y 2030 realizadas por la CNE en colaboración con la Fundación Bariloche. En el escenario de referencia, se espera que las energías renovables modernas representen el 13% de la matriz energética final total para 2030, en comparación con casi el 9% en 2014 (excluyendo la bioenergía tradicional). El país cuenta con recursos solares, eólicos y potencial hidroeléctrico sin explotar. Además, los residuos y desechos agrícolas ofrecen un potencial prometedor en el ámbito de la bioenergía. Si todos los proyectos de energías renovables previstos se implementan, la participación de las energías renovables en la generación de electricidad aumentaría del 12% en 2014 al 21% para 2030. Esto implicaría un avance hacia la meta de suministrar el 25% de la electricidad con energías renovables para 2025.
es preciso agregar, que en el mismo informe brindado por irena, especifica que las facilidades de fuentes energéticas no renovables no están siendo aprovechadas al máximo, existiendo los recursos, las facilidades el personal y las fuentes naturales necesarias para generar dicho tipo de energía.
¿Ahora bien, como puede cambiarse esta perspectiva desde la educación y desde las escuelas?
El papel de la educación en la eficiencia energética:
La educación desempeña un papel fundamental en la promoción de la eficiencia energética en la sociedad. A través de la enseñanza y la concienciación, se puede inculcar en las personas la importancia de utilizar la energía de manera responsable y eficiente. La educación proporciona conocimientos sobre tecnologías y prácticas energéticas eficientes, así como estrategias para reducir el consumo innecesario de energía. Además, la educación fomenta una mentalidad de cambio y una actitud proactiva hacia la eficiencia energética, permitiendo a las personas tomar decisiones informadas y adoptar medidas concretas para reducir su huella energética.
Algunas Actividades que como docentes podríamos integrar en nuestra práctica pedagógica
para la educación energética serían las siguientes:
-Investigación y debates: Los estudiantes pueden investigar diferentes fuentes de energía y debatir sus ventajas y desventajas. Pueden analizar temas como energía solar, eólica, hidroeléctrica, nuclear, entre otras, y discutir su impacto ambiental, disponibilidad, eficiencia y costos.
-Análisis de consumo energético: Los estudiantes pueden llevar a cabo un estudio sobre el consumo de energía en su hogar o escuela. Pueden realizar mediciones, registrar los datos y analizar cómo se utiliza la energía en diferentes áreas. Luego, pueden proponer medidas de eficiencia energética para reducir el consumo.
-Proyectos de energías renovables: Los estudiantes pueden diseñar y presentar proyectos de energías renovables para su comunidad escolar. Pueden investigar cómo implementar paneles solares, turbinas eólicas o sistemas de captación de agua de lluvia, y proponer su instalación en la escuela.
-Simulaciones y juegos de rol: Los estudiantes pueden participar en simulaciones y juegos de rol relacionados con la energía. Por ejemplo, pueden simular una conferencia de las Naciones Unidas sobre energía y representar diferentes países, debatiendo y negociando acuerdos energéticos sostenibles.
-Visitas a centrales de energía: Organizar visitas a centrales de energía, como parques solares, parques eólicos o plantas hidroeléctricas, puede brindar a los estudiantes una experiencia práctica y visual de cómo se genera la energía y cómo funciona el proceso.
-Proyectos de concienciación: Los estudiantes pueden desarrollar proyectos de concienciación sobre el ahorro de energía y el uso responsable de los recursos. Pueden crear carteles, folletos o videos educativos para informar a la comunidad escolar sobre prácticas sostenibles.
-Participación en programas de certificación: Los estudiantes pueden participar en programas de certificación energética, como Eco-Escuelas o Green Flag, donde se fomenta la educación ambiental y energética en las escuelas.
Para esta problemática es imperativo mencionar el rol de la comunidad educativa dentro del desarrollo de energías renovables y su vinculación a las escuelas.
La comunidad educativa desempeña un papel crucial en la promoción de la eficiencia energética. Los docentes, en particular, tienen una responsabilidad especial para transmitir conocimientos y valores relacionados con la energía y su uso eficiente. Los docentes pueden incorporar la educación sobre eficiencia energética en sus planes de estudio, presentando conceptos clave y brindando oportunidades prácticas para que los estudiantes comprendan y apliquen estos principios en su vida diaria. Además, los docentes pueden servir como modelos a seguir al implementar prácticas energéticas eficientes en las aulas y fomentar el diálogo y la colaboración en la comunidad educativa en general. Su papel no solo implica transmitir conocimientos, sino también inspirar y empoderar a los estudiantes para que se conviertan en agentes de cambio en la promoción de la eficiencia energética.
Por otro lado, podríamos integrar la siguiente interrogante: ¿Cómo educar a la sociedad para el aprovechamiento energético?
Educar a la sociedad sobre el aprovechamiento energético implica proporcionar conocimientos sobre cómo utilizar los recursos energéticos de manera inteligente y sostenible. Esto implica enseñar a las personas sobre las diferentes fuentes de energía disponibles, incluidas las energías renovables, y promover la adopción de tecnologías y prácticas que maximicen la eficiencia energética. Además, es esencial fomentar una cultura de consumo responsable, donde se valore y se utilice la energía de manera consciente. La educación puede lograr esto a través de programas escolares, campañas de concienciación y la promoción de comportamientos sostenibles en el hogar, el trabajo y la comunidad.
En resumen, promover el aprendizaje efectivo de los temas fundamentales de la energía en los centros educativos es esencial para desarrollar una conciencia ambiental y fomentar prácticas energéticas sostenibles. Al potenciar el papel de la escuela, motivar a los estudiantes y involucrar a la comunidad educativa, podemos crear una generación de individuos comprometidos con la gestión energética responsable. Es responsabilidad de todos trabajar juntos para lograr un futuro más sostenible desde las aulas.
La educación desempeña un papel esencial en la transformación hacia un aprovechamiento energético responsable, el fomento de las energías renovables y la promoción de la eficiencia energética. Mediante la educación, podemos concienciar y capacitar a la sociedad sobre prácticas sostenibles y tecnologías innovadoras. Al promover una educación energética integral, podemos construir una sociedad comprometida con la conservación de los recursos, la reducción de emisiones y la adopción de un estilo de vida sostenible. La educación es la clave para un futuro energético más brillante y resiliente.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
IRENA. (2016). República Dominicana: Hoja de Ruta para la Transición Energética (REmap) - Resumen Ejecutivo [Archivo PDF]. Recuperado de https://www.irena.org/-/media/Files/IRENA/Agency/Publication/2016/IRENA_REmap_Dominican_Republic_summary_2016_ES.PDF?la=en&hash=CE2E1A47F33F599C3B4344065A6449296E483ED7
UNIVERSIDAD DE VALLADOLLID (2014) EL CONCEPTO DE ENERGÍA EN EDUCACIÓN INFANTIL. Recuperado de: chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/28200/TFG-G2905.pdf?sequence=1
Laura Zuñiga-González, Adriana Valenzuela-González. (2016). Educación en energías renovables desde el enfoque Ciencia, Tecnología y Sociedad – CTS. in Pensamiento y Acción. Pag. 2. Recuperado de: https://revistas.uptc.edu.co/index.php/pensamiento_accion/article/view/11057/9467
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